Su sonrisa te fascina, pero es importante que se la cuides desde el primer momento. Pero ¿cuándo es el instante de llevarlos por primera vez a ver un especialista? ¿Hay que esperar a que le salgan los dientes? Todo lo que necesitas para sacar el máximo provecho a esa primera visita.
Comienza la aventura de ser papá y con ella una serie de responsabilidades que vas descubriendo en el camino. En un principio las preocupaciones se limitan a visitas pediátricas para saber que todo va bien. Pero llegado el momento, el niño deberá vivir su primera experiencia en el dentista.
“La primera visita es fundamental para que los papás conozcan la boca de sus hijos en cuanto a las enfermedades bucodentales, dientes presentes, cómo está la mordida y el cepillado. También podrán resolver sus inquietudes con respecto a qué pasta y cepillo son los recomendados para el menor”, explica Carla Mendieta, cirujano dentista del Centro Médico Irarrázaval Red Salud UC Christus.
¿Cómo sabemos si llegó la hora de llevarlos?
Según señala la dentista, lo ideal es hacerlo a los 6 meses, cuando comienzan a salir los primeros dientes de leches; en el caso de que esto se retrase, esta cita no deberá ser antes del año.
“Es esencial considerar las recomendaciones de los dentistas sobre qué hábitos deben cambiar para mantener a su hijo sano, o que no vuelva a tener enfermedades bucales. Por ejemplo, modificaciones en la alimentación, tips sobre el uso de la mamadera o el chupete, entre otros consejos”, dice la especialista. Se calcula que entre el 60 y el 80% de los problemas bucales en la edad adulta se pueden evitar en la infancia, por lo que el cuidado dental es imprescindible.
Los dientes de un niño empiezan a aparecer alrededor del sexto mes, pero la dentición completa no estará hasta los 3 años. Las primeras piezas dentales son los llamados ‘dientes de leche’; que son bastante susceptibles a tener caries. Por eso es necesario controlarlos a medida que estos vayan apareciendo.
Pero en esa primera visita el dentista no solo revisará los dientes y encías del menor, sino que también verá el crecimiento de los huesos de la cara y la respiración, asegurándose que su desarrollo sea normal.
¿Qué pasa si aún no le salen los dientes?
Todos los niños tienen sus propios tiempos… La erupción tardía de las piezas dentales puede tener variadas causas. “Lo que yo recomiendo es que, si esta se retrasa más allá del año, consulten con un dentista para determinar posibles causas y controlarlo. Cuando esto pasa, rara vez se requiere tratamiento. En general, se aconseja esperar y estimular la encía masticando alimentos más duros como cochayuyo, manzana o mordedores. En algunas ocasiones se puede realizar una radiografía dental para tener claridad del panorama”, sostiene Mendieta.
Con respecto a la regularidad de las visitas, será el dentista quien defina los controles del niño según la necesidad de monitorear los factores que se asocian al desarrollo de alguna enfermedad bucal, pero por lo general estos se llevan a cabo cada 6 meses o una vez al año.
Prepara su primera ida al dentista…
Simula la visita: haz que el niño practique el movimiento de abrir la boca, esto le ayudará a estar preparado cuando el dentista se lo pida.
Utiliza estímulos para evitar la ansiedad: si el menor se muestra inquieto durante la atención, se sugiere mostrarle vídeos o libros que hablen de esto.
No traspases tus propios temores: es muy importante que transmitas confianza y seguridad.
Lleva escritas todas tus dudas: saca provecho de esta experiencia teniendo en cuenta todas las interrogantes que podrían surgir referente a la dentadura de tu hijo.
No vayas al dentista a la hora de la siesta: elige un momento en que el menor se encuentre descansado.
6 pasos para cuidar su dentadura
1. Ayuda a tu hijo a cepillarse los dientes.
2. Siempre debe tener los dientes limpios antes de irse a dormir.
3. No prolongues el uso de mamadera nocturna más allá del año y medio.
4. Evita que tu hijo continúe utilizando chupete y mamadera más allá de los 2 años.
5. No incorpores productos azucarados antes de los 3 años.
6. Prefiere agua en vez de bebidas y jugos.