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Enfermedades ortopédicas

octubre 8, 2021

¿Cómo detectar una enfermedad ortopédica?, ¿cuándo y cuántas veces se debe llevar a un niño a la consulta de un especialista?

La ortopedia es la especialidad médica que estudia las malformaciones y deformaciones congénitas, hereditarias o adquiridas en la etapa de crecimiento, como, por ejemplo, la displasia de caderas y las deformaciones en los pies. Se trata de alteraciones que, de no ser atendidas oportunamente, pueden incidir en la vida de una persona, de ahí entonces que los padres deban poner atención a sus primeras señales. En ese sentido, el traumatólogo de adolescentes y niños del Hospital Luis Calvo Mackenna y de la Clínica Santa María, José Luis Barroilhet, señala que estas patologías se pueden detectar tempranamente, y que, al ser tratadas de manera precoz, existe un mejor pronóstico. “El tratamiento precoz de malformaciones congénitas, tales como enfermedades luxantes de cadera o deformaciones de los pies como pie bot (enfermedad que afecta a los huesos y músculos, dando al pie un aspecto corto y ancho) y el metatarso varo (alteración que provoca que los pies se alineen hacia adentro durante periodo de gestación, lo que puede generar una displasia de cadera en el futuro), entregará un mejor pronóstico”, sostiene el experto.

Cuando visitar por primera vez al doctor

De acuerdo con lo señalado por el doctor Barroilhet, si el pediatra o neonatólogo detecta un problema ortopédico en el recién nacido, se debe consultar a un especialista de manera inmediata.

En el caso de niños sanos, existen dos edades en las que resulta útil realizar un examen ortopédico: a los 2 años y medio, puesto que en esta etapa ya se encuentran definidos los ejes de las extremidades inferiores; y los 4 años, cuando se disponen a entrar a la enseñanza pre básica, a esa edad se pueden detectar problemas de hábitos o posturas, que produzcan problemas al caminar y consecuencias en los pies.

En cuanto a la frecuencia de las consultas, si hay problemas que resolver, los controles pueden ser muy seguidos, por ejemplo, un recién nacido en tratamiento de pie bot necesita controles semanales, y un menor que tiene una displasia de caderas, requiere un control cada 2 meses, como mínimo. Los niños sanos, en cambio, desde el punto de vista ortopédico, no necesitan controles adicionales al preventivo.

Principales enfermedades presentes en niños

Existe una serie de deformaciones ortopédicas que pueden ser detectadas en los primeros años de vida. “Las consultas más comunes entre los padres están relacionadas con presencia de dolor, por ejemplo, dolores nocturnos en niños escolares y preescolares–conocidos como dolores de crecimiento del niño menor–”, puntualiza Barroilhet.

Dentro de los diagnósticos infantiles más comunes, se encuentran:

Dismetrías de extremidades: esta deformación ósea se aprecia en la gran diferencia entre el tamaño de los brazos y las piernas, se produce porque el cartílago de crecimiento no se desarrolla de la misma forma en unas que en otras.

Alteraciones de la marcha: son patrones inusuales e incontrolables del anda, que generalmente se producen a causa de enfermedades y lesiones en las piernas, pies, cerebro, médula espinal u oído interno.

Deformaciones de columna: la mayoría de estas alteraciones óseas se presenta como curvaturas anormales en la espalda. En la niñez una de las más comunes es la escoliosis (una curvatura en la columna que se refleja en hombros o caderas desniveladas, costillas protuberantes o un hombro montado sobre otro).

Pie plano: deformación por la desaparición del puente del pie, que provoca que para andar se apoye toda la planta en el suelo, produciéndose mayormente en niños hiperlaxos y cuando existe un acortamiento del tendón de Aquiles.

Displasia de Caderas: es una malformación congénita que se presenta en cinco de cada 1000 niños nacidos vivos, donde se conectan el hueso de la pierna y de la cadera no encajan de forma exacta y rotan de forma incorrecta. Conocida también como luxación de cadera, es más factible que se manifieste en personas que tienen antecedentes de la enfermedad en su familia.

Tratamientos: ¿Quirúrgicos o conservadores?

A la hora de optar por un tratamiento es importante estar informados, ya que la elección de este varía según la patología. En esta materia existen dos tipos de alternativas, las conservadoras y las quirúrgicas. Las primeras se basan en técnicas como la colocación de vendajes blandos y de yeso. Mientras que las segundas implican una acción sobre situaciones de mayor gravedad. Para ello se emplean prótesis para reemplazos articulares, también se utilizan las denominadas agujas de Kirschner, entre otros métodos.