El primer cambio de pañal, ¿cuándo y cómo hacerlo?

A menudo escucharás que son tres las razones principales por la que tu guagua llorará: hambre, sueño y porque necesita que lo muden. Para que controles este último factor a la perfección y te ahorres unos cuantos arrebatos, aquí te damos algunos consejos.

En el ‘cómo’:

– Utiliza pañales que se adapten al porte y necesidades de tu guagua.

– Ten un lugar especial para realizar esta acción donde, además de poder ubicar a tu hijo, cuentes con todos los implementos necesarios tales como agua tibia, algodón, vaselina, talco y crema anticoceduras, entre otros.

– Elige un mudador que sea adecuado a tu altura, ya que pasarás muchas veces al día por él y tu espalda puede salir perjudicada en caso que sea muy bajo.

– Jamás dejes al recién nacido solo, aunque tenga pocos días de vida, ya que puede rodar y caer.

– Las toallitas húmedas las puedes usar recién cuando tu hijo cumpla 15 días de vida, puesto que antes puede producirle alergia.

En el ‘cuándo’:

– Si bien previo a abandonar la clínica te enseñarán a realizar este procedimiento, la práctica te permitirá perder los miedos y de seguro terminarás siendo toda una experta.

– Oportunidades de hacerlo tendrás de sobra, ya que se recomienda, sobre todo al comienzo, hacerlo antes o después de cada comida, según sea necesario.

Paso a paso:

– Retira el pañal sucio y bótalo idealmente en una bolsa plástica, que pueda ser desechada a la brevedad.

– En las niñas, debes tomar un algodón humedecido con agua tibia y limpiar desde la zona inguinal hacia abajo. Elimina ese algodón, toma uno nuevo y repite el procedimiento al otro lado. Luego, limpia la zona media, separando los pliegues suavemente.

– En los niños, asea los pliegues inguinales al igual que las niñas, pero la región genital se debe limpiar desde la punta del pene hacia abajo, y luego hazlo con sus rugosidades. No se debe bajar el prepucio.

– Luego de la limpieza, toma el pañal, estíralo y separa las barreras de los costados.

– Ubícalo debajo de la cintura de tu hijo y acomódalo para que, especialmente en las piernas, no le apriete.

– Verifica que ninguna parte del pañal haya quedado hacia adentro y ¡listo! Puedes vestir a tu guagua.

Para tener en cuenta

– Si el cordón umbilical aún no se desprende, el pañal no debe cubrirlo ni rozarlo, así prevendrás una infección. Hoy en día hay pañales especiales para esta etapa. – Respecto a las cremas anticoceduras, existen de varios tipos que pueden ser distinguidas por su envase y alcance (prevención y/o curación). Pueden ser en pomo o con una esponja para aplicarla.

– Al principio ocupará cerca de 8 pañales diarios y a partir del octavo mes comenzará a usar entre 4 y 5 al día. Para este periodo hay varias clases de pañales en el mercado, dependiendo de la necesidad de tu bebé.

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